Cuando Ángel Nieto llegó a odiar al Real Madrid

En una España en la que solo había ojos para el fútbol, un joven campeón llamado Ángel Nieto llegó a detestarlo. Pero, con la misma determinación con la que conducía, decidió cambiarlo.

Ángel Nieto en 1998.

© Cordon Press

Año 1969. La España del desarrollismo vive pendiente de los tres deportes mayoritarios: fútbol, ciclismo y boxeo. El campeonato mundial de motos es visto como algo ajeno, casi marginal. Poco importa que un joven Ángel Nieto, de 21 años, se haya coronado campeón de la categoría de 50 cc, su hazaña es despachada en la prensa deportiva con una entrevista corta en páginas interiores.

Ángel Nieto contempla las portadas dedicadas al Real Madrid, Luis Ocaña o José Legrá, y la envidia le corroe: “Cuando gané el primer Mundial no se enteraron más que en mi barrio. Luego al año siguiente, gané el segundo y pasó lo mismo. Llegué a odiar el fútbol y al Real Madrid, a pesar de ser madridista de toda la vida. Me enfadé muchísimo y dije: se acabó, esto tiene que cambiar”.

En ese momento, Ángel Nieto se da cuenta que en España no basta con darlo todo en la última vuelta, si no que es necesario recorrer una última milla, la de los despachos. Así pues, con el mismo coraje y determinación con el que dejó su barrio de Vallecas para perseguir su sueño de convertirse en piloto, Nieto se plantó en el despacho de Juan Antonio Samaranch y consiguió arrancarle el apoyo de TVE.

El resto es historia, los españoles nos hicimos expertos en caballos de vapor, válvulas, rasantes, chicanes y vibramos junto a él en cada uno de los grandes premios en los que participó ya fuera como piloto o en funciones de comentarista.

Porque más allá de sus míticos 12 + 1 campeonatos mundiales, Ángel Nieto fue un hombre generoso e inteligente que supo transmitir la emoción de este deporte a varias generaciones de telespectadores. Se alegraba casi más de los triunfos de la joven cantera española que de los suyos propios. Quedan para el recuerdo las imágenes del año 1988 en que Jorge Martínez Aspar hizo doblete y Nieto lo celebró llorando a moco tendido en boxes: “Esto es la pera ”, decía.

Año 1971. Ángel Nieto ha ganado su tercer mundial, el primero retrasmitido a toda España por televisión y su cara aparece diariamente en la prensa y no en páginas interiores. Don Santiago Bernabeú, presidente del Real Madrid, le impone la insignia del club y visita a menudo la Ciudad Deportiva donde se hace amigo de Santillana, Camacho y Juanito. Por supuesto, no solo dejó de odiar al Real Madrid sino que con los años llega a formar parte de la candidatura de Juan Palacios, presidente de Viceroy, cuando se presentó en 2006.

De la manera más tonta, como aquella vaquilla que mató a Bienvenida, se ha ido Ángel Nieto, el gran campeón de motociclismo, pero, de alguna manera, su historia de superación nos habla de una España que poco a poco se va extinguiendo. “Dormí seis meses en el sótano de una frutería, lloraba todos los días, cogía la maleta para irme a mi casa, me acordaba de las motos y me quedaba. Yo sabía que no quería ser mecánico, lo que quería ser era corredor de motos ”, le comentó a Bertín Osborne en su entrevista en Telecinco.

Tal vez el actual presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, le haga caso, aunque sea de manera póstuma, y bautice la próxima Champions del club blanco como la 12+1 en su honor, tal y como pedía él mismo en una de sus últimas entrevistas.